Hace unos días, salío a la luz un corto dirigido por Willy Suárez, de 21 años, que se presentó a un concurso de vídeos concienciadores sobre el COVID-19. Se presentaron y el resultado ha sido, cuanto menos, apreciable.
El vídeo en cuestión dura un minuto, y en plena segunda ola del coronavirus con un estado de alarma de nuevo en vigor, los contagios se han venido disparando en los últimos meses. Muchas personas achacan esto a las fiestas multitudinarias que realizan jóvenes (y no tan jóvenes) sin mantener las medidas de seguridad dictadas por Sanidad.
En el spot se ve una reunión de jóvenes con las mascarillas bajadas, compartiendo bebidas y fumando del mismo cigarro. En la siguiente escena, uno de esos jóvenes recibe la llamada de su madre muy nerviosa contándole que a su abuela le han diagnosticado coronavirus, y que está en las últimas. La madre se pregunta cómo ha podido pasar, si todos en la familia están teniendo mucho cuidado para, de hecho, no contagiar a los más mayores. Por último, la madre le pregunta al joven “¿no habrás ido de fiesta?”. El joven se queda callado, y con una culpa inmensa responde que no.
Primero colgó el vídeo en sus redes sociales, que funcionó con unas 8.000 visitas. En Youtube tiene ya millones de visitas, abriendo todos los informativos nacionales y llegando a todas partes. Incluso miembros del Gobierno de España como Pedro Sánchez o Salvador Illa se han hecho eco de él.
El creador del anuncio afirma que no pretende demonizar a los jóvenes, y que tampoco se trata de echar siempre la culpa a los mismos cuando algo no está yendo bien. Simplemente ha querido contar lo que tiene cerca, y concienciar sobre ello. En una entrevista para El Periódico, afirma que “lo que queremos es evitar que siga pasando. Si alguien ve el vídeo y piensa ‘hoy no salgo de fiesta’, algo hemos evitado”.
Está claro que los spots con una alta carga emocional, sumándole a eso el miedo y la culpa, funcionan. Todos los antecedentes que tenemos sobre ello nos dan siempre el “sí” a los spots concienciadores con esos tres elementos. Véanse los ejemplos de la DGT en España y su campaña que es su máximo exponente: 2017 “Distracciones”.
Ya realizó el Ministerio de Sanidad un spot con una temática parecida, pero no funcionó del todo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: porque produjo mucho rechazo mostrando imágenes muy contundentes (una camilla de hospital, un ataúd) en las que acababan los jóvenes que acudían a fiestas, botellones o no respetaban las medidas sanitarias. El anuncio “Pito, pito, gorgorito. Pin, pan… Fuera” tuvo gran repercusión, sobre todo en redes sociales.
Nacho Figueroa
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Un comentario en “El anuncio sobre la responsabilidad de los jóvenes frente al coronavirus del que todo el mundo habla”