Cuando creamos una empresa, a menudo nos sumergimos en la necesidad de generar clientes y beneficios sin percatarnos de la importancia que supone dedicarle esfuerzo y recursos a la marca. El día a día nos obliga a ir tirando y centrarnos en un presente, que si no se gestiona bien provocará tener que ir poniendo parches
Sin dejar de lado las necesidades primarias de la empresa, no debemos nunca dejar en el olvido trabajar nuestro branding para establecer una sólida identidad que responda a quienes somos realmente y cómo nos identifican nuestros usuarios y potenciales clientes, y esto no es otra cosa que nuestra reputación.
Debemos enfocar nuestros esfuerzos para posicionarnos en la mente del consumidor y de los líderes de opinión para disfrutar del mayor y mejor posicionamiento en el sector. Con marca no solo nos referimos a nuestro nombre y nuestro logo, es una herramienta estratégica para comercializar productos y vender tanto sensaciones como soluciones.
Los clientes deben querer comprarnos porque les ofrecemos justo lo que ellos están buscando, confianza, tranquilidad, identificación, no solo por nuestros productos, pues estos no serán únicos en un mercado en el que la competencia es la mejor y la peor de nuestras aliadas. Debemos ofrecerles un aval que garantice que realmente están comprando o consumiendo justo lo que querían, que les genere la seguridad de no haberse equivocado y eso no solo se consigue con un buen producto.
“Lo que construye la marca no es el mensaje,
es la experiencia que se vive con ella”
Alex Pallete
¿Es, por tanto, la marca una identificación con un nombre y un logotipo?
En absoluto, las marcas son un poco de diseño y un mucho de estrategia. Hay que trabajar el elemento gráfico porque es el que va a transmitir los valores de la empresa, pero la marca va más allá, es la promesa de un beneficio para el cliente. Debemos encontrar ese beneficio y potenciarlo para distinguirnos de la competencia ofreciendo una ventaja competitiva. Solo así conseguiremos ser los elegidos.
Realmente merece la pena el esfuerzo porque llegados al reconocimiento de marca obtendremos muchos beneficios. Nos diferenciaremos de la competencia por más que compartamos productos, nos ayudará en nuestras comunicaciones comerciales, será garante de una determinada calidad, no tendremos que competir por los precios y generamos confianza, pero eso sí, deberemos seguir trabajando en ella día a día.
María A.
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